sábado, 28 de marzo de 2009

Día mundial de la poesía: arqueología de un tópico.

Sigo vivo y no es poco después del "tsunami" físico y psicológico que suponen las evaluaciones sobre todo por la parte que toca a la ESO: qué barbaridad, qué desmesura, qué exceso de teorías psicológicas, pedagógicas y hasta existenciales para llegar a constatar lo que supongo que ya nadie duda a estas alturas, que la ESO es un sistema completamente fracasado, en su teoría y en su práctica. Claro que no nos faltarán gurús de la educación capaces de empeorarlo todavía un poco más, aunque la verdad es que llegados a este punto hay que reconocer que lo tendrán verdaderamente difícil. Cuesta imaginarse algo más desastroso. A este paso habrá que acabar examinando a la gente de destrezas como afilar el lápiz o zamparse el bocata de nocilla para que nos aprueben todo algo más del 9% de nuestros lebreles porque lo que es situar en el mapa el río Ebro o preguntar por la generación del 27 es ya exigir demasiado.

Pero, en fin, abramos la ventana que por el momento ya hemos terminado, como mínimo hasta la próxima. Cosas más agradables motivan esta entrada como recordar que el pasado 21 de marzo festejamos el Día mundial de la poesía. Supongo que con tal ocasión quien más quien menos revisaría sus anaqueles para sacar a lucir sus mejores galas. Obviamente venir aquí a decir que los de clásicas de poetas de altura no andamos precisamente escasos bien merecería como mínimo 850 puntos para el concurso de traslados o una beca para doctorarse en la Universidad de alguna parte con una buena tesis, por ejemplo, sobre el participio de aoristo medio (en femenino singular, que hay que acotar). No es a eso a lo que voy sino que vengo a subrayar que en nuestro caso muchos de nuestros poemas tienen el doble valor que les da el hecho de poder sumar a su mérito intrínseco el valor añadido de ser, en muchos casos, fundacionales, es decir, de ser primera piedra de un camino largo que los filólogos gustamos de recorrer (supongo que todo filólogo lleva dentro un coleccionista).

A vueltas con cosas de etimología me sorprendía el otro día una alumna de 2º de bachillerato con el comentario de que una de sus palabras predilectas era "efímero" por la belleza misma del vocablo y también por la centralidad del concepto al que remitía. La observación me fue muy grata por lo que tenía de poética en estos tiempos de crisis léxica (además de económica) en la que se impone (también) a la hora de expresarse el más vil de los cutreríos. Ciertamente lo efímero tienen que ser una noción familiar a todo aquel que guste de la reflexión humanística puues en ello radica la esencia de la grandeza y de la tragedia del ser humano. A mí personalmente lo efímero llegó incluso a ocuparme laboralmente puesto que durante un período de tiempo -efímero- fui (la peor) parte de la plantilla de una empresa de "espacios efímeros" (siempre creí que sería un título inmejorable para un poemario). Pero el tiempo pasó, que es lo suyo, y ahora ya soy profesor de griego (eso sí, efímero porque tal y como está la cosa la posibilidad de obtener "la definitiva" enmpieza a aparecerme una lejanísima Ítaca).

La reflexión sobre lo efímero fue ya uno de los temas preferidos de los líricos griegos. Quizás fue MIMNERMO quien dedicó más y mejores versos a recordarnos que la juventud es una primavera que se marchita tan pronto como asoma la vejez.

Imposible olvidar por ejemplo:
¿Y qué vida, y qué goce, quitando a Afrodita de oro?
Morirme quisiera, cuando no importen ya más
los amores ocultos, los dulces obsequios, la cama,
cuanto de amable tiene tiene la flor de la edad
para hombre y mujer; pues tan pronto llega la triste
vejez, que hace al hombre feo y malo a la par,
sin cesar le consumen el alma los viles cuidados,
ya no se alegra mirando a los rayos del sol,
los muchachos le odian, lo vejan también las mujeres;
tan terrible dispuso Dios la vejez.

Tampoco es manco aquel otro en el que Il, 6, 146ss. sirve de punto de partida para una nueva vuelta de tuerca sobre el mismo tema:

Nosotros, igual que hace brotar las hojas la florida estación
de la primavera, cuando con rapidez crecen con los rayos del sol,
a estas semejantes, durante un tiempo exiguo disfrutamos
de las flores de la juventud, sin conocer por los dioses el mal
o el bien que nos aguarda; pues las negras Keres a nuestra vera
aguardan: una lleva el cumplimiento de la vejez dolorosa,
otra el de la muerte. Minúscula existencia tiene el fruto
de la juventud: lo que tarda en extenderse sobre la tierra el sol.
Mas, en cuanto se traspasó ese límite de la lozanía,
al momento quedar muerto es preferible a la vida,
pues muchas son las desgracias que van afectando a tu ánimo:
unas veces tu casa ves arruinada y sobrevienen las duras
labores de la miseria; otro a su vez carece de hijos y, lleno de
anhelo por ellos, bajo la tierra se dirige, a la morada de Hades.
Otro padece una enfermedad devoradora de la vida; y no hay
mortal al que Zeus no conceda desgracias en abundancia.

Y por último, aunque breve, no merece ser olvidado el fragmento en el que Mimnermo viene a decirnos aquello de que la vida es sueño (eso sí, con otras intenciones que las calderonianas):

Lo mismo que un sueño, dura un tiempo muy breve
la juventd preciosa; y la triste y deforme vejez
pende enseguida encima de nuestra cabeza,
hostil a la vez y canalla, que cambia la faz de los hombres
y, abrazándolos, daña su vista y su mente.
Incluso el otra veces frívolo ANACREONTE nos sorprende con una reflexión de este calado:
Ya tengo las sienes blancas
y con brillo la cabeza,
ya la juventud graciosa
se fue, y el diente está viejo.
De la dulce vida es poco
el tiempo que aún me queda;
por esto a menudo lloro:
el Tártaro me da miedo.
Pues del Hades el abismo
es terrible, y doloroso
bajar allí, y es seguro
que el que baja ya no sube.
La siguiente parada en este recorrido por el tópico tiene que ser obligatoriamente HORACIO, Odas, I, XI (sí, el del "carpe diem"):
No investigues, pues no es lícito, Leucónoe, el fin que ni a
mí ni a ti los dioses destinen; a cálculos babilonios
no te entregues. ¡Vale más sufrir lo que haya de ser!
Te otorgue Júpiter varios inviernos o sólo el de hoy,
que destroza el mar tirreno contra las rocas, prudente
sé, filtra el vino y en nuestro breve vivir la esperanza
contén. Mientras hablo, el tiempo celoso habrá ya escapado:
goza del día y no jures que otro igual vendrá después.
En el capítulo de pervivencia a todos nos vienen a la cabeza innumerables ejemplos pues el tópico es duradero y universal pero este blog y este blogger se van a decantar por el "Soneto XXIII" de GARCILASO DE LA VEGA por su indiscutible belleza, por ser buen exponente de la perfecta sencillez garcilasiana y por traerme a la memoria el buen recuerdo de quien me lo enseñó (es mucho lo que le debo).
Soneto XXIII
En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende el corazón y lo refrena;
y entanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.
Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.
En la misma línea, aunque siempre un poco más oscuro, GÓNGORA reflexiona:
Mientras por competir con tu cabello
oro bruñido al sol relumbra en vano;
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lilio bello;
mientras a cada labio, por cogello,
siguen más ojos que al clavel temprano,
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello,
goza cuello, cabello, labio y frente,
antes de que lo que fue en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, cristal luciente,
no sólo en plata o viola troncada
se vuelva, más tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.
Nota bene.- Esta fue a grandes rasgos la pequeña exposición con la que decidí premiar a mi alumna por lo acertado de su observación sobre lo efímero. Espero que para ella el obsequio fuese tan grato como para mí lo fue obsequiarla.

sábado, 14 de marzo de 2009

Crónica de un éxito rotundo

Ya han pasado tres días y todavía hoy cuando acometo la redacción de esta entrada me domina una sensación que equidista entre la euforia desmesurada y la profunda emoción. Y es que el pasado miércoles 11 tuve la suerte de poder acudir con los alumnos de cultura clásica del IES de Curtis al festival de teatro grecolatino de Lugo y ya adelanto que todo salió a pedir de boca. Eso sí, tengo que reconocer que lo que hoy es euforia el día antes eran inseguridades y dudas: en primer lugar estaba el propio argumento de la obra -Miles gloriosus- y además en mi condición de profesor inexperto de griego el propio hecho de viajar con alumnos sólo me permitió dormir unas pocas horas la noche anterior. Claro que por ese flanco me sentía bien protegido por la presencia de mi compañera de latín, Hortensia, contrapunto ideal de un profesor novato y a veces un tanto desmesurado, verdadera organizadora de todo el viaje, cuya experiencia y saber hacer enriquecieron el viaje con una necesaria dosis de disciplina y orden: la ausencia de estas virtudes hubiesen desmejorado notablemento la jornada. Y ya saben quienes me conocen que uno es a la disciplina lo que el Marqués de Sade a la castidad. Para mi mal, claro. Ya me gustaría a mí ser más disciplinado y menos casto, por ejemplo (je, je, je...).
Lo más accidentado del viaje fue encontrar la sala de exposiciones "Porta Miñá", primera parada de nuestro itinerario. El conductor tenía perfectamente claro cómo encontrarla hasta que llegó el momento de encontrarla: pero si preguntando se llega a Roma, ¡cómo no se va a llegar a Porta Miñá! Antes tuvimos tiempo para dar un paseo por la muralla y entonces pudimos relajarnos un poco, disfrutar del buen día con el que Apolo tuvo a bien agasajarnos y también hacer algunas pequeñas bromas: -¿Daniel, también vas a tener que preguntar para encontrar la murallla? Je, je, je... -No, hombre, eso no; tengo muy claro que la muralla de Lugo queda por Culleredo.
La exposición fue muy interesante porque les ofreció a los alumnos una visión sintética de la ciudad que ojalá sea punto de partida para curiosidades e intereses que futuros viajes (escolares o personales) vayan satisfaciendo. Incluso tuvimos que festejar la actitud coloaborativa de los alumnos: al final de la exposición hubo tiempo para reflexionar sobre la dificultad de armonizar en una ciudad con un patrimonio tan rico como Lugo pasado, presente y futuro. Aprovecho para decir aquí lo que no dije entonces por entender que no me tocaba a mí hablar: si hay alguna ciudad que no sea sospechosa de descuidar su patrimonio esa es Lugo, con ejemplos tan llamativos de armonía como las termas romanas, que tuve la oportunidad de visitar este verano (por primera vez, lo confieso).
Pero evidentemente la guinda del día fue la obra, Miles gloriosus, a cargo de la compañía Prosopon, de Guitiriz ¡Qué "gloriosus" el "miles", qué "ático" Pleusicles, qué simpáticos los esclavos...! ¡Y qué puntazo el "striptease" de Pirgopolinices! Que se rasguen las vestiduras los puristas si quieren pero para mí fue enormemente satisfactorio ver a mis alumnos riéndose a carcajadas mientras asistían a la representación de...¡una comedia de Plauto! Y no quiero terminar sin sacar orgullo patriótico para recordar y subrayar que la compañía era gallega: como dijo Ricardo, esto tiene que servirnos para que seamos conscientes de que también en Galicia se puede hacer muy buen teatro clásico. Faltaría más: será cierto que aquí tenemos mal clima y a lo mejor hasta tiene algo o mucho de cierto aquello del carácter titubeante que nos atribuye el tópico pero no creo yo que por estos pagos tengamos peores entendederas para captar los clásicos o menos gracia para llevarlos con éxito a escena. Fuera complejos.
Fue un placer conocer y charlar con algunos compañeros. En mi condición de recién llegado lo que me queda por conocer es casi todo. Sobre todo, me hizo mucha ilusión poder hablar con algunos compañeros centauros: las relaciones virtuales son cómodas pero lo de conocerse físicamente e incluso, llegado el momento, poder darse un par de besos sigue teniendo su encanto. Pido perdón a la gente que no supe reconocer por la foto: soy muy despistado y además luego revisando las fotos pude comprobar que muchos en persona estabais todavía más guapos.
El comportamiento de los alumnos fue excelente. Sólo hubo que recordar en algunos momentos aquello de que para cruzar en un paso de peatones hay que esperar a que en el semáforo salga el hombrecito verde pero después de todo para eso estamos. Y es que en Curtis carecemos de muchas cosas (aquí "sección europea" no tenemos;a lo sumo llegamos a "sección comarcal") pero en calidad humana competimos con quien haga falta, y eso tanto por parte de discentes (que sacan nota en ganas de aprender) como por parte de docentes (que vamos tirando en ganas de enseñar) Es también por eso que a veces me fastidia tanto mi ostracismo musical o castración intelectual (cfr. infra: Un problema laboral: asignaturas ¿afines?): me duele no poder serles más útil a unos chavales que no merecen menos que lo mejor por su franqueza y su honestidad.
Y por el momento vamos terminando que ya no está mal, sobre todo teniendo en cuenta el fin de semana que llevo de caldo de gallina y frenadol (tengo un resfriado "atemporal"). Concluyo haciendo mías las palabras de nuestro (a veces, excesivamente) locuaz (pero, dilecto) Jorge Ares: "lo pasamos de puta madre".
Otro posible final para esta entrada.- Como la expresión "pasarlo de puta madre" puede herir alguna sensibilidad y habrá quien no la considere a la altura de un blog de un profesor de griego hago constar otro posible final para lectores más mesurados. Podría ser:... Concluyo diciendo que la jornada fue un éxito rotundo por su notable beneficio desde el punto de vista humanístico para el alumnado que tuvo la oportunidad de mejorar su (des)conocimiento de la ciudad de Lugo y disfrutar del espectáculo de una comedia de de Plauto sin menoscabo de una cierta amenidad que sin que tenga que ser eje de nuestro (a)sistema (mal)educativo no está de más que de vez en cuando asome entre aoristos radicales temáticos, ablativos absolutos, la democracia de Pericles o el primer triunvirato.
Nota bene.- Las fotos tendrán que esperar porque me olvidé la cámara en Curtis. Me felicito porque cada día que pasa tengo una empanada más monumental.

sábado, 7 de marzo de 2009

Día de la mujer trabajadora: Aspasia de Mileto.

En vísperas del Día internacional de la mujer trabajadora quien más quien menos andará buscando en la historia ejemplos de mujeres independientes, audaces, valerosas...Una vez más los de clásicas podemos apostar nuestro granito de arena pues la Antigüedad nos ha legado una buena nómina de mujeres que bien merecen entrar en esa categoría. Pero para los de griego, en concreto, es difícil encontrar mejor ejemplo para recordar en día tan señalado que el de la ilustre Aspasia de Mileto. A continuación presento un brevísimo perfil que creo resume bien las razones que convierten a Aspasia en una mujer digna de ser recordada a estas alturas del siglo XXI y, sobre todo, en vísperas de celebrar un "Día de la mujer trabajadora" que pretende ser homenaje a las mujeres que han luchado y siguen luchando para que se le reconozca una igualdad que todavía en ciertos ámbitos se les niega.

  • Una intelectual: la mujer en Grecia no tenía acceso a la educación; por eso la figura de Aspasia de Mileto, una mujer culta, brillante, capaz de hablar de filosofía en un tiempo en el que la cultura era "cosa de hombres" sigue brillando con luz propia. Aspasia fue la segunda mujer de Pericles, el gran político ateniense del siglo V, quien la amaba profundamente (hecho excepcional en la época).

  • El feminismo socrático: casi todos los intelectuales griegos eran tremendamente misóginos; la cultura griega lo es. Sócrates fue la excepción. Una vez más se enfrentó a su tiempo para afirmar: "la naturaleza femenina no es naturalmente inferior a la del hombre". Y Sócrates admiró a Aspasia, de la que alabó sus ideas y su sabiduría.

  • Una mujer odiada: por ser la excepción a la regla, por ir a contracorriente, por sus ideas demasiado avanzadas (paridad de sexos...), Aspasia fue una mujer muy odiada en la Atenas de su tiempo. De ahí que de ella se dijeran cosas infamantes, como que era una hetera o que favorecía las evasiones sexuales de Pericles, organizando sus encuentros con jóvenes y muchachas agradables.

  • El final: la acusación de "impiedad" fue la manera de deshacerse de esta mujer brillante y (por ello) incómoda. La misma acusación también sirvió para quitar de en medio a Sócrates, Anaxágoras...Era el precio a pagar por la brillantez en una Atenas que a veces sorprende en el peor sentido.

Nota bene.- No todo tiempo pasado fue mejor.