Como "frikilólogo" anticuario tengo que empezar reconociendo que en el término "curación" he encontrado una auténtica perla sobre la que llevo algunos días reflexionando y que inmediatamente incorporo a mi colección de términos informáticos "neosorprendentes" ("chío", "ple"...). Hasta hace poco yo creía que "curar" era "aplicar con éxito a un paciente los remedios correspondientes a la remisión de una lesión o dolencia" o bien, segunda y sabrosísima acepción, "secar o preparar convenientemente algo para su conservación". Ahora sé que en el español de internet, en el que vamos progresando inadecuada y lentamente, "curar contenidos" no es untarles una pomada ni colgarlos en un secadero sino "buscar, agrupar, organizar y compartir contenidos relacionados con un determinado tema". En definitiva, "curar contenidos" sería el remedio contra la "infoxicación", otro curioso neologismo que he aprendido en esta últimas semanas. Por supuesto, al diccionario de la RAE, pobriño, habrá que darle tiempo para que se vaya poniendo al día que, de momento, bastante tiene con blog, tuitear y otras más consolidadas.
Seleccionar, filtrar, intentar no naufragar en el mar de internet. De eso se trata. Así pues, supongo que lo que hacemos los profesores cuando proponemos a nuestros alumnos un conjunto de enlaces útiles es "curar" y eso nos convierte en "curadores". Para ayudarnos en esa tarea, a veces compleja, que es no perdernos en el laberinto de internet tenemos una serie de instrumentos que prometo (intentar) descubrir poco a poco como scoop.it, diigo o pinterest. De momento, acabo de estrenar mi primer tablero de pinterest al que he decidido dar un nombre original y atractivo: "Griego para bachillerato" Un docente decente debe conocer hoy la "webgrafía" (esta tampoco ha sido bendecida de momento por la RAE) de su especialidad tan bien como la "bibliografía".
Y después vendría un aspecto que considero absolutamente fundamental: tras esa primera criba o selección de fuentes solventes es necesario una tarea imprescindible que consiste en personalizar los contenidos. Lo contrario es el "corta y pega" o "neoanalfabetismo" (este lo acuño yo, si se me permite). ¿Al alguien se le ocurriría que la tarea de realizar un "trabajo académico" podría solucionarse haciendo unas fotocopias de un libro? Supongo que no. Y, sin embargo, el "corta y pega" es un virus tan instalado en el disco duro de la tropa joven que cuesta hacerle frente. Como "curadores" aventajados y curados de espantos ahí podemos contribuir decisivamente a hacer entender que en internet (como en todo, por otra parte) es absolutamente imprescindible el "criterio" (del griego κρίνω "juzgar") si queremos conseguir que su uso conduzca a algo distinto de un penoso psitacismo (del griego ψιτακκός, οῦ "loro", con perdón). Un saludo.
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